1. Quienes vayan a entergar trabajos retrasados
(que repito, cuentan poco pero de algo servirán) deben mandarlos al
correo a más tardar el martes 20 de noviembre. Avisen a los demás por
favor.
2. El comentario de la clase es para el lunes 26 de noviembre
16.11.12
Link para Los soñadores
http://www.miracine.com/pelicula/ver-online-the-dreamers.html
4.10.12
Ciudad laberinto; utopía y desencanto
Un cuento de Michael Ende, del libro El espejo en el espejo
El
hijo se había soñado alas bajo la experta dirección de su padre y
maestro. Durante muchos años las había creado, pluma por pluma, músculo
por músculo y huesecillo por huesecillo en largas horas de trabajo, de
sueño, hasta que tomaron forma. Las había dejado crecer de sus omóplatos
en la posición correcta (era especialmente difícil percibir con toda
exactitud la propia espalda en sueños), y había aprendido poco a poco a
moverlas adecuadamente. Había sido una dura prueba para su paciencia
seguir practicando, hasta que tras interminables y vanos intentos fue
por primera vez capaz de elevarse al aire por unos instantes. Pero luego
cobró confianza en su obra, gracias a la benevolencia y severidad
inquebrantables con que le guiaba su padre. Con el tiempo se había
acostumbrado tan por completo a sus alas que las sentía como parte de su
cuerpo, tanto que experimentaba en ellas dolor o bienestar. Al final
había tenido que borrar de su memoria los años en que había estado sin
ellas. Ahora era como si hubiese nacido con alas, como con sus ojos o
manos. Estaba preparado.
No
estaba en absoluto prohibido abandonar la ciudad-laberinto. Al
contrario, quien lo lograba era mirado como un héroe, un bienaventurado y
su leyenda era contada durante mucho tiempo. Pero eso sólo les estaba
reservado a los dichosos. Las leyes a que estaban sometidos todos los
habitantes del laberinto eran paradójicas, pero inmutables. Una de las
más importantes decía: sólo quien abandona el laberinto puede ser
dichoso, pero sólo quien es dichoso puede escapar de él.
Pero los dichosos eran raros en los milenios.
El
que estaba dispuesto a intentarlo, tenía que someterse antes a una
prueba. Si no la superaba, no era castigado él, sino su maestro, y el
castigo era duro y cruel.
El
rostro de su padre había estado muy serio cuando le dijo: "Esta clase
de alas únicamente sostiene al que es ligero. Pero sólo hace ligero la
felicidad." Después había escudriñado largamente a su hijo y preguntado
por fin:
-¿Eres feliz?
-Sí, padre, soy feliz -había sido su respuesta.
¡Oh,
si de eso se trataba, no había peligro alguno! Era tan feliz que creía
poder volar incluso sin alas, pues amaba. Amaba con todo el fervor de su
joven corazón, amaba sin reservas y sin la sombra de una duda. Y sabía
que su amor era correspondido de la misma manera incondicional. Sabía
que la amada le esperaba, que al final del día, tras superar la prueba,
iría a su habitación azul celeste. Entonces ella se echaría en sus
brazos ligera como un rayo de luna y en ese abrazo infinito se elevarían
sobre la ciudad, dejando atrás sus muros como un juguete arrinconado,
volarían sobre otras ciudades, sobre bosques y desiertos, montañas y
mares, lejos y más lejos, hasta los confines del mundo.
No
llevaba sobre el cuerpo más que una red de pescador que arrastraba como
una larga cola por las calles y callejas, los pasillos y habitaciones.
Así lo quería el ceremonial en aquella última prueba decisiva. Estaba
seguro de que la superaría, aunque no la conocía. Sólo sabía que siempre
se adecuaba por completo a la personalidad del candidato. De esta
manera ninguna prueba se parecía jamás a la de otro. Podía decirse que
la prueba consistía precisamente en adivinar a través del
autoconocimiento en qué consistía aquélla. El único mandamiento severo
al que podía atenerse decía que bajo ningún concepto debía entrar
durante la duración de la prueba, es decir, antes de la puesta del sol,
en la habitación azul celeste de la amada. En caso contrario quedaría
inmediatamente excluido de todo lo demás.
Sonrió
al pensar en la severidad casi furiosa con que su respetado y bondadoso
padre le había comunicado este mandamiento. No sentía la más mínima
tentación de quebrantarlo. Ahí no había peligro alguno para él, en ese
aspecto estaba tranquilo. En el fondo nunca había entendido bien todas
aquellas historias en las que un mandamiento semejante hacía que alguien
se sintiese precisamente impulsado a vulnerarlo. En su marcha por las
desconcertantes calles y edificaciones de la ciudad-laberinto había
pasado ya varias veces ante la construcción en forma de torre en cuyo
piso más alto, cerca del tejado, vivía la amada, y dos veces incluso
ante su puerta, sobre la que figuraba el número 401. Y él había pasado
de largo, sin detenerse. Pero eso no podía ser la verdadera prueba.
Habría sido demasiado sencilla, excesivamente sencilla.
A
todas partes donde llegaba se encontraba con desdichados que le miraban
o seguían con ojos admirados, nostálgicos o llenos de envidia. Conocía a
muchos de ellos de antes, aunque tales encuentros no podían producirse
nunca intencionadamente. En la ciudad-laberinto, la situación y
disposición de las casas y calles cambiaba ininterrumpidamente, por eso
era imposible darse cita en ella. Cada encuentro sucedía casual o
fatalmente, según como se quisiera entender.
Una
vez el hijo sintió que la red que arrastraba quedaba prendida y volvió
sobre sus pasos. Bajo el arco de una puerta vio sentado a un mendigo
cojo que enganchaba una de sus muletas en las mallas de la red.
-¿Qué haces? -le preguntó.
-¡Ten
piedad! -contestó el mendigo con voz ronca-. A ti no te pesará, pero a
mí me aliviará mucho. Tú eres un hombre dichoso y escaparás del
laberinto. Pero yo permaneceré aquí para siempre, porque nunca seré
feliz. Por eso te pido que te lleves una pequeña parte al menos de mi
desdicha. Así participaré un poco en tu evasión. Eso me daría consuelo.
Los dichosos raramente son duros de corazón, tienden a la compasión y dejan participar a otros de su abundancia.
-Está bien -dijo el hijo-, me alegra poder hacerte un favor con tan poco.
Ya en la siguiente esquina se encontró con una madre angustiada, vestida con harapos, acompañada de tres niños hambrientos.
-Supongo que no nos negarás a nosotros -dijo llena de odio- lo que concediste a aquél.
Y prendió una pequeña cruz sepulcral de hierro en la red.
A
partir de ese momento la red se hizo cada vez más pesada. Había un
sinnúmero de desdichados en la ciudad-laberinto y todos los que se
encontraban con el hijo prendían cualquier cosa en la red: un zapato,
una prenda de vestir o una estufa de hierro, un rosario o un animal
muerto, una herramienta o hasta una puerta.
Caía
la tarde y se aproximaba el final de la prueba. El hijo avanzaba
penosamente paso a paso, inclinado hacia adelante como si luchase contra
una gran tempestad inaudible. Su rostro estaba cubierto de sudor, pero
todavía lleno de esperanza, pues creía haber comprendido en qué
consistía su misión y se sentía, a pesar de todo, con las suficientes
fuerzas para llevarla a cabo.
Entonces
anocheció y seguía sin venir nadie para decirle que ya bastaba. Sin
saber cómo había llegado con la interminable carga, que arrastraba, a la
terraza de aquella casa como una torre en la que estaba la habitación
azul celeste de su amada. Nunca se había percatado de que desde allí se
divisaba una playa, aunque tal vez ésta no había estado nunca en aquel
lugar. Profundamente preocupado, el hijo se dio cuenta de que el sol
descendía detrás del horizonte brumoso.
En
la playa había cuatro hombres alados como él y, aunque no podía ver al
que hablaba, oyó claramente como eran absueltos. Preguntó a gritos si le
habían olvidado, pero nadie le prestó atención. Tiró con manos
temblorosas de la red, pero no logró quitársela de encima. Gritó una y
otra vez, llamó a su padre para que viniese a ayudarle inclinándose todo
lo que podía sobre la barandilla.
En
la última luz del crepúsculo vio cómo allí abajo su amada, envuelta en
velos negros, salía conducida por la puerta. Luego apareció, tirado por
dos caballos negros, un coche negro cuyo techo era un gran retrato, el
rostro lleno de dolor y desesperación de su padre. La amada subió al
coche y éste se alejó hasta que desapareció en la oscuridad.
En
ese instante el hijo comprendió que su misión había sido ser
desobediente y que no había superado la prueba. Sintió cómo sus alas
creadas en sueños se marchitaban y caían como hojas otoñales, y supo que
nunca volvería a volar, que nunca podría ser otra vez feliz y que,
mientras durase su vida, permanecería en el laberinto. Pues ahora
formaba parte de él.
21.9.12
Hijo de hombre de Roa Bastos
Aquí vienen los cuadros que les digo donde se anliza la estructura del narrador y los tiempos.
http://www.ucm.es/info/especulo/numero32/hijohom.html
http://www.ucm.es/info/especulo/numero32/hijohom.html
10.8.12
Facebook: http://www.facebook.com/literaturaiberamericana.garridohttp://www.facebook.com/literaturaiberamericana.garrido
PROGRAMA 2013-1
¡BIENVENIDOS! Les dejo el programa completo:
VIERNES 17 DE AGOSTO
Nota: Los textos anteriores serán mencionados,
pero no hay que leerlos para este día ni entregar comentario.
LUNES 17 DE
SEPTIEMBRE
LUNES 1 DE OCTUBRE
LUNES 8 DE OCTUBRE
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS
COLEGIO DE LETRAS HISPÁNICAS
LITERATURA IBEROAMERICANA III
UTOPÍA Y DESENCANTO
Dr. Manuel S. Garrido
Valenzuela
Correo de la clase:
lit.iberoamericana@gmail.com
Sitio de las lecturas: https://sites.google.com/site/cursosgarrido/
Facebook: Literatura
Iberoamericana Garrido
Lunes de 10 a.m. a 12
p.m.
Viernes de 9 a 10
a.m.
LITERATURA IBEROAMERICANA III
UTOPÍA Y DESENCANTO
SEMESTRE I
UTOPÍA
MÓDULO I
EL DILEMA DE LA IDENTIDAD EN IBEROAMÉRICA
LUNES 6 DE AGOSTO
1. INTRODUCCIÓN
Presentación del curso “Utopía y desencanto”.
Metodología y evaluación.
VIERNES 10 DE AGOSTO
2. CHOQUE DE CULTURAS
Sincretismo que dio origen a nuestras culturas.
¿De dónde venimos? El problema de la identidad como eje de la utopía
latinoamericana.
- Rubén Bareiro Saguier, “Encuentro de culturas” en América Latina en su literatura,
México, Siglo XXI Editores, 1982.
- Entregar mapa
conceptual de “Encuentro de culturas”
LUNES 13 DE AGOSTO
3. CIVILIZACIÓN Y BARBARIE I
Primera aproximación a la novela del argentino
Domingo Faustino Sarmiento. Narrativas pampinas y de la selva. La búsqueda de
identidad a partir del lenguaje.
- Domingo Faustino
Sarmiento, Facundo (selección)
4. CIVILIZACIÓN Y BARBARIE II
La búsqueda de identidad a partir del lenguaje.
Civilización vs. barbarie. Domingo Faustino Sarmiento: el hombre y su legado.
Periodista y escritor comprometido.
- Domingo Faustino
Sarmiento, Facundo (selección Primera parte, introducción, cap. 1, 2 y 3)
- Entregar comentario de Facundo
LUNES 20 DE AGOSTO
5. EL CANÍBAL AMERICANO
Caribe – Caníbal. Calibán. La tempestad de Shakespeare. El mito del buen salvaje. Robinson
Crusoe. Próspero y el conocimiento ilustrado. La colonización por el lenguaje.
·
Roberto Fernández Retamar, “Para la historia de
Calibán” en Calibán, México,
Diógenes.
·
Domingo Faustino Sarmiento, Facundo (selección)
·
Entregar mapa
conceptual de “Para la historia de Calibán”
VIERNES 24 DE AGOSTO
6. EL “DESPERTAR” DE AMÉRICA
Falsa erudición vs. naturaleza. Conocer es
resolver. Utopía del despertar latinoamericano. La búsqueda del hombre real.
- José Martí, “Nuestra América” en Letras fieras, Cuba, Letras Cubanas, 1981.
- Entregar mapa
conceptual de “Nuestra América”
LUNES 27 DE AGOSTO
7. LA INVENCIÓN DE AMÉRICA. LO NUEVO DEL NUEVO MUNDO
La estructura del ser de América. El dilema de
la identidad. Copia o autenticidad. El inicio de la utopía según coordenadas
occidentales.
La cuarta entidad terrestre. En qué consiste lo
nuevo del Nuevo Mundo. América como posibilidad de realización europea.
- Edmundo O’Gorman, “La estructura del ser de América
y el sentido de la historia americana”, en La invención de América.
- Se entrega mapa conceptual de “La estructura del
ser de América y el sentido de la historia americana”
MÓDULO II
EL DIFÍCIL PROCESO DE CONSTRUCCIÓN DE LA MODERNIDAD
VIERNES 31 DE AGOSTO
8. A LA JUVENTUD LATINOAMERICANA
Un llamado a la juventud latinoamericana.
Recuperación de todas las tradiciones (Grecia, Estados Unidos) para formar lo
propio.
- José Enrique Rodó, Ariel, 1900.
LUNES 3 DE SEPTIEMBRE
9. LA UTOPÍA MODERNA
Inauguración del discurso sobre Latinoamérica.
Concepción plena e integral del hombre. La eficacia moral de la educación
estética. La previsión de una democracia que no excluya la selección y la
jerarquía natural. La confianza en el porvenir de América.
- José
Enrique Rodó, Ariel, 1900.
- Material de apoyo:
película de Peter Greenaway: Los libros de próspero, 1991
- Se entrega comentario de Ariel.
VIERNES 7 DE
SEPTIEMBRE
10. LATINOAMÉRICA. UTOPÍA Y REALIDAD
América Latina producto del mundo contramoderno.
La modernización como americanización (EU). Adopción o adaptación. Las
ideologías como máscara. Democracia e independencia.
- Octavio Paz, “América Latina y la democracia”, en Tiempo nublado.
- Se entrega mapa
conceptual de “América Latina y la democracia”
11. MODERNIDAD MÚLTIPLE
El proceso real de construcción de la
modernidad. Modernidad barroca. Modernidad colonial. Modernidad republicana.
Modernidad tardocapitalista.
- Bolívar Echeverría, “Modernidad en América Latina”, en Vuelta de siglo, Era, México, 2006.
- Se entrega mapa
conceptual de “Modernidad en América Latina”
12. MODERNIDAD Y NOVELA EN AMÉRICA LATINA
La expresión de la modernidad en la novela
latinoamericana.
Juan Carlos Onetti, El Astillero (modernidad rioplatense).
Roberto Artl, El juguete rabioso (modernidad pampera)
Alejo Carpentier, El recurso del método (modernidad
neobarroca)
Carlos Fuentes, La región más transparente (modernidad
híbrida)
Augusto Roa Bastos, Hijo de hombre (modernidad indigenista)
Gabriel García
Márquez, Cien años de soledad
(modernidad mágica)
Julio Cortázar, Rayuela (modernidad lúdica)
13. MODERNIDAD Y NOVELA EN AMÉRICA LATINA II
Ubicar diferentes modos en que se construyó la
modernidad en Latinoamérica, sobre todo dentro de lo que Bolívar Echeverría
enmarca como modernidad republicana y hasta la modernidad más cercana al
capitalismo tardío.
Juan Carlos Onetti, El Astillero (modernidad rioplatense).
Roberto Artl, El juguete rabioso (modernidad pampera)
Alejo Carpentier, El recurso del método (modernidad
neobarroca)
Carlos Fuentes, La región más transparente (modernidad
híbrida)
Augusto Roa Bastos, Hijo de hombre (modernidad indigenista)
Gabriel García
Márquez, Cien años de soledad
(modernidad mágica)
Julio Cortázar, Rayuela (modernidad lúdica)
- Nota: Los textos anteriores serán mencionados,
pero no hay que leerlos para este día ni entregar comentario.
VIERNES 21 DE
SEPTIEMBRE
14. EL LENGUAJE COMO CREACIÓN E
IDENTIDAD
Fe, esperanza, utopía y revolución.
Imaginación, mito y oralidad. Lenguaje, ficción, creación y realidad. El
segundo nacimiento del hombre. La circularidad y los efectos de la existencia.
Memoria, cultura y “salvación”. Locura y revolución. Las trampas del destino.
- Augusto Roa Bastos, Hijo de
hombre, 1960.
LUNES 24 DE
SEPTIEMBRE
15. HIJO DEL
HOMBRE
El hombre como hijo del hombre. Memoria e identidad. Realidad, sociedad y literatura. Las primeras
dictaduras de América Latina. La expansión yankee.
- Augusto Roa Bastos, Hijo de
hombre, 1960.
- Se entrega
comentario de Hijo de hombre
MÓDULO III
MODERNIDAD Y NOVELA:
CONTRADICCIONES LATINOAMERICANAS
VIERNES 28 DE
SEPTIEMBRE
16. MODERNIZACIÓN SIN MODERNIDAD
América Latina, los signos del progreso:
modernización industrial sin modernidad política. Muchos edificios; pocas
instituciones. Desigualdad y despojo.
- Néstor García Canclini, “Contradicciones latinoamericanas:
¿Modernismo sin modernización?” en Culturas
híbridas, México, Grijalbo-CNCA, 1990.
- Se entrega mapa
conceptual de “Contradicciones latinoamericanas”
17. MODERNIDAD SIN ILUSTRACIÓN
Modernismo hispanoamericano. Copia de la copia.
Modernismo como respuesta al positivismo. Nuestro romanticismo. Modernidad
antimoderna. Independencias; el principio de la desolación.
- Octavio Paz, “Traducción y metáfora” en Obras completas, México 1994.
- Material de apoyo: Rodolfo Usigli, El gesticulador.
- Se entrega mapa
conceptual de “Traducción y metáfora”
18. DE LAS ARMAS A LOS GABINETES
El contexto de La región más transparente en los años del alemanismo en México. El
poder por las armas (lo rural) o por los gabinetes (la ciudad). Los nuevos burgueses o los nuevos ricos. De
lo rural a lo urbano en América Latina.
- Carlos Fuentes, La región más
transparente, 1958.
19. LA IDENTIDAD COMO CONSTRUCCIÓN IMAGINARIA
Procurar una reflexión sobre la forma en que la
cultura moderna crea o inventa su propio paraíso perdido; la manera en que la
sociedad industrial capitalista, como una reacción a sus propias
contradicciones, busca insistentemente un estrato mítico, donde se supone que
se perdieron la inocencia primitiva y el orden original.
- Roger Bartra,
“El edén subvertido”, en La jaula de
la melancolía
- Carlos Fuentes, La región más
transparente, 1958.
VIERNES 12 DE OCTUBRE
20. DE LA CLARA TRANSPARENCIA A LA DENSA
TRANSPIRACIÓN
Modernidad y sustrato indígena. Imitación y
originalidad. Los “grandes chingones mexicanos”. La ciudad como laberinto. La
intrusión totalitaria en la novela latinoamericana.
- Carlos Fuentes, La región más
transparente, 1958.
- Se entrega
comentario de La región más transparente
21. LA REGIÓN MÁS TRANSPARENTE
Nuestra burguesía. La muerte
de la Revolución. Ficción institucional. El reino de la simulación. Camino
hacia la represión. La literatura del boom. Cosmopolitismo y exotismo.
- Sergio Zermeño, “Modernidad y modernización”, en La sociedad derrotada, Siglo XXI
Editores, México, 1996.
- Carlos Fuentes, La región más
transparente, 1958.
- Se entrega mapa
conceptual de “Modernidad y modernización”
22. LA MODERNIDAD RIOPLATENSE
Confusión, angustia y nostalgia. Lealtad a la
circunstancia. El individuo en sociedad. Astillas y despojo. Ser sólo a través
de las máscaras: personas / personajes. La evasión.
- Juan Carlos Onetti, El
astillero, 1961.
LUNES 22 DE OCTUBRE
23. CICATRICES URBANAS
Farsa, mentira, engaño y autoengaño. «Sentir»
la desgracia. El Astillero, símbolo de
la decadencia uruguaya. El subdesarrollo
como «estado de ánimo». Perseverar en el error.
- Alejandra Amato,
“El individuo urbano” en Las
cicatrices urbanas, México, UNAM, 2008.
- Material de
apoyo: Mario Vargas Llosa, “El
astillero o la vida como desgracia”, en El viaje a la ficción, México, Alfaguara, 2009.
- Se entrega comentario de El Astillero y mapa conceptual de “El individuo
urbano”
24. URBE Y ENAJENACIÓN
Desesperanza y aislamiento. Incomunicación e incomprensión.
Condición trágica del hombre: facticidad y existencialidad. El individuo
arrojado. Existencialismo.
·
Ernesto Sábato, El
túnel
LUNES 29 DE OCTUBRE
25. EL MUNDO EN CRISIS
La crisis de nuestro tiempo. ¿De qué crisis estamos hablando? Arte y
Literatura en crisis o Arte y Literatura de la crisis.
- Ernesto Sábato,
“Las letras y las artes en la crisis de nuestro tiempo” en El escritor y sus fantasmas.
Argentina, Aguilar, 1963.
- Ernesto Sábato, El túnel
- Se entrega comentario de El túnel y mapa conceptual de “Las letras y las
artes en crisis”
26. LO REAL MARAVILLOSO
Lo real maravilloso americano. La mirada
exógena de Carpentier.
- Alejo Carpentier, El recurso
del método, 1974.
27. EL HÉROE PÍCARO DE LA MODERNIDAD
Sobre el tirano ilustrado. La picaresca del
dictador. La tradición del héroe pícaro en la literatura iberoamericana. Marrullería. Modernidad “chapuza”
- Alejo Carpentier, El recurso
del método, 1974.
- Se entrega
comentario de El recurso del método
28. A FALTA DE DISCURSO, EL RECURSO
Humor e ironía en Latinoamérica. El aquí y el
allá. Exotismo, folklor y barroco. El tirano agigantado en un continente
agigantado. Las fallas del cartesianismo. El optimista Carpentier.
- Alejo Carpentier, El recurso
del método, 1974.
MÓDULO IV
LOS SESENTA/SETENTA EN AMÉRICA LATINA: EL SUEÑO DE LA
REVOLUCIÓN
VIERNES 16 DE
NOVIEMBRE
29. LOS 60/70, EN AMÉRICA LATINA Y EL MUNDO
Simulación y represión. Capitalismo o
socialismo. Guerra Fría. El planeta en disputa. La crisis del 68. México como
reflejo de Latinoamérica en su incapacidad crítica.
- Octavio Paz, “Crítica de la Pirámide”, en El laberinto de la soledad, México, FCE, 1970.
- Se entrega mapa
conceptual de “Crítica de la Pirámide”,
VIERNES 23 DE
NOVIEMBRE
30. EL SUEÑO DE LA REVOLUCIÓN
Utopía y esperanza. Creación de mitologías. El
sueño de la Revolución. La explosión mediática.
- Película: Bernardo Bertolucci, Los
soñadores, 2003.
- Documental: Berkeley in the sixties
- Material de apoyo, películas: Roger Donaldson, 13 días, 2000. Régis Warnier, Indochina, 1991. Francis Ford Coppola, El padrino III, 1990. Julie Taymor, Across the Universe, 2008.
- Se entrega
comentario de Los soñadores y del documental (relacionarlos)
31. LOS AÑOS DEL BOOM
Utopía y esperanza. Herencia faulkneriana. La
irrupción de la imaginación. La posibilidad de la crítica. Cien años de soledad y Rayuela
VIERNES 30 DE
DICIEMBRE
EJERCICIO DE EVALUACIÓN
LUNES 3 DE DICIEMBRE
CONCLUSIÓN
CALIFICACIONES
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